El jamón ibérico: la mejor carne del mundo

El jamón es uno de los alimentos más populares en todo el mundo. En Italia se elabora el conocido como prosciutto di Parma, en Portugal el presunto y en Francia el jambon d’Ardenne. Pero sin duda, ninguno tiene el prestigio y la calidad del jamón ibérico, así que la entrada de hoy vamos a hablar un poco acerca de este maravilloso manjar

 

¿Qué es el jamón ibérico?

El jamón es la pata posterior del cerdo que es tratada con sal y sometida a un largo proceso de secado. Esto le confiere unas propiedades nutritivas excelentes y lo convierte en un alimento adecuado para el consumo. ¿Qué distingue al jamón ibérico de otras variedades? Pues sobre todo el origen de la raza y su grado de pureza, así como una cría en dehesas con una alimentación muy específica y un proceso de curado que se extiende de 8 a 36 meses.

El resultado es un manjar irresistible con un sabor, aroma y textura incomparables, que varía en gran medida dependiendo del tipo de alimentación o el ejercicio que hagan los animales. Es ideal como entrante y encaja a la perfección en multitud de platos tanto dulces como salados. ¿Se te hace la boca agua? Pues entonces te recomendamos que visites Sansse, un bar situado en plena playa de la Concha, allí podrás saborear una deliciosa Tabla de Jamón Ibérico o los populares Corazones de Alcachofa a la Brasa con Migas de Ibérico.

 

La raza del cerdo ibérico

Es muy común relacionar los cerdos ibéricos con los jamones de pata negra, ya que estos animales suelen tener las pezuñas y la piel de color negro. Sin embargo, también se pueden curar algunas variedades de cerdo blanco para preparar este manjar. ¿Diferencias entre ambos?

Los cerdos ibéricos apenas han cambiado en los últimos siglos, tienen patas estilizadas y un pelaje de color negro. Están adaptados a las condiciones climáticas, por lo que pueden vivir sin problemas al aire libre. Por su parte, los cerdos blancos tienen una piel mucha más delicada, por lo que deben permanecer en granjas y no estar mucho tiempo en el exterior.

En cuanto a su sabor, los ibéricos tienen vetas de grasa muy fina que cruza toda la carne, lo que proporciona un aspecto muy atractivo y un aroma intenso. Por su parte, el cerdo blanco tiene una carne muy magra y grasa localizada en el interior, está más salados que los anteriores y es menos aromático.

 

Tipos de jamón ibérico

Además de la raza del animal, los jamones ibéricos que puedes encontrar en el mercado se diferencian por el porcentaje del cruce de cerdo o la crianza.

 

Porcentaje del cruce de cerdo

El jamón ibérico 100% es el de mayor calidad, aunque también existen variedades que van del 50% o el 75%, información que siempre debe recogerse en la etiqueta del producto. ¿Y esto qué significa? Si es de un 50%, uno de los progenitores es ibérico y el otro no. Mientras que un 75% nos indica que uno de sus progenitores es ibérico y el otro un 50% ibérico.

 

Proceso de crianza

Los jamones también se diferencian por el tipo de crianza. Los ibéricos de bellota vienen de cerdos criados en dehesa y alimentados con bellotas y piensos naturales. Los jamones ibéricos de cebo de campo se crían en libertad y comen pastos y piensos naturales. Y finalmente, tenemos los jamones ibéricos de cebo, con animales criados en granjas y alimentados con piensos formados por cereales y legumbres.

En Sansse, elaboramos nuestros platos y pintxos con el mejor jamón ibérico. ¡Pásate a probarlo!