El Rodaballo, un manjar del mar

El Rodaballo, un manjar del mar

El rodaballo es un pescado blanco semigraso que destaca por su elevado contenido en vitamina B9. También cuenta con otra serie de vitaminas, como la B12, B2 y B3. Aunque es un pescado algo desconocido para muchas personas, podemos asegurarte que si se cocina de forma correcta es delicioso y se le puede sacar mucho partido. Además, tiene propiedades nutritivas muy beneficiosas para nuestro organismo.

 

Principales propiedades nutricionales que tiene el rodaballo

Las pocas calorías que contiene y su fácil digestión hacen del rodaballo un ingrediente perfecto para personas que estén siguiendo una dieta o que tengan problemas de digestión. Es un pescado exquisito y saludable, siendo sus nutrientes principales los que nombramos a continuación:

  • Vitamina B9: Es fundamental para la formación de las células sanguíneas y es muy recomendable para mujeres embarazadas, puesto que reduce la posibilidad de que el feto presente defectos en el tubo neuronal.
  • Vitamina B12: Ayuda a convertir los ácidos grasos en energía, contribuye en un correcto funcionamiento del sistema inmunitario y es crucial para el metabolismo de la vitamina B9.
  • Vitamina B3: Colabora en el correcto funcionamiento del sistema nervioso y también ayuda a mantener la salud de la mucosa digestiva y de la piel.
  • Vitamina B2: Es muy importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del cuerpo. Esta vitamina resulta fundamental para convertir los alimentos consumidos por una persona en la energía que necesita en el día a día.
  • Magnesio: Es un elemento que ayuda a mejorar la musculatura y a recuperar el tono muscular. Refuerza el sistema óseo y, además, aumenta la producción de glóbulos blancos, por lo que colabora con el funcionamiento correcto del sistema inmunitario.
  • Selenio: Este mineral actúa como protector del organismo frente a posibles enfermedades cardiovasculares. También es antioxidante, por lo que retrasa el envejecimiento celular.
  • Yodo: Mejora el funcionamiento del sistema circulatorio y es indispensable para que la glándula tiroidea haga su labor perfectamente y sin ningún tipo de problema.

 

Cómo usar el rodaballo en la cocina

A la hora de cocinar el rodaballo, existen múltiples opciones para poder potenciar todo su sabor y sus cualidades. Lo primero que es necesario tener en cuenta es que lo más conveniente es consumirlo el mismo día que se captura, de esta manera, estará fresco y conservará todas sus propiedades.

Otra cuestión importante es el tipo de corte que se le debe hacer. Lo más recomendable es que lo limpies entero y luego lo cortes en cuatro partes y sin espinas. Debes tener en cuenta que en función de la limpieza que se le haga y del corte, el sabor del producto puede variar de intensidad.

El rodaballo tiene un color blanco muy atractivo y una consistencia firme. A la hora de cocinarlo hay que tener bastante cuidado, ya que cuenta con numerosas espinas. Lo más recomendable es hacerlo al horno, al vapor o guisado. De este modo, no perderá sus propiedades nutricionales, su sabor ni su textura. No es recomendable freírlo, puesto que absorbe en exceso el aceite y puede perder su sabor por completo.

Sea cual sea la forma en la que lo elabores, debes tener cuidado en no exceder el tiempo de cocción, ya que si no lo haces, puede perder textura, sabor y melosidad.

A continuación, vamos a ver una serie de cocciones que realzan el sabor de este pescado y consiguen sacarle el máximo partido.

Guisado

Método muy adecuado para cocinar piezas duras, dado que supone emplear bastante tiempo y, por lo tanto, consigue ablandarlas. Para evitar que quede demasiado seco, es posible cocinarlo con verduras. El rodaballo quedará blando y perfecto para comer utilizando este método, eso sí, al estar cocinándose tanto tiempo puede perder un poco de sabor.

Al horno

Una vez que has limpiado y sazonado el rodaballo lo pones a cocer con el horno muy caliente. Para que quede en su punto perfecto de sabor, el interior del pescado no debe superar los 75 grados centígrados. Por tanto, debes mantener el horno a una temperatura aproximada de 190 grados. Para que no se reseque en exceso, es recomendable que untes la pieza con aceite o mantequilla.

Al vapor

Es la mejor opción si quieres que el rodaballo conserve todas sus propiedades nutricionales. Además, el sabor se mantiene intacto y no añadirá ningún tipo de grasa ni de toxinas a tu organismo.

En definitiva, el rodaballo es un pescado con multitud de nutrientes que aporta grandes beneficios a nuestro organismo. Si sabes cocinarlo de manera correcta conseguirás sacarle provecho a todo el sabor que tiene. Visítanos, estamos seguros que disfrutarás del rodaballo como nunca antes lo has hecho.